jueves, agosto 05, 2010

La lloca del Rinconín

En el Paseo Marítimo de Gijón, cuando la ciudad acaba y el paseo continúa por una zona de fincas, playas de piedras, chalets y restaurantes bautizada como El Rinconín, hay una estatua llamada Monumento a la madre del emigrante, de Ramón Muriedas. De niño iba con mi madre a menudo a visitar aquella estatua que se recorta contra la brisa salada del Cantábrico. Mi madre siempre me explicaba, con lágrimas en los ojos, cómo le emocionaba la visión de aquella madre de emigrante que alza su mano contra el viento, contra el horizonte a través del cuál su hijo ha partido en busca de un futuro mejor. “Hay que ser madre para entender esa pérdida”, decía mamá limpiándose las lágrimas. Ayer volví, muchos años después, a visitar la estatua y, cómo no, mamá se puso automáticamente a llorar al contemplarla. Se trata de una mujer con el pelo alborotado por la brisa, vestida con una túnica andrajosa, de complexión famélica, que, como digo, alza su mano débilmente contra el horizonte, una mano derrotada, que a la vez que llama, trata de agarrar y se ve desvalida, rendida, a punto de caer de nuevo en el vacío, tal vez ese vacío que deja su hijo emigrante. Pero sobre todo, esa mirada...

Las gentes de Gijón, en buena muestra de su sensibilidad, apodaron hace años a esa estatua como La Lloca del Rinconín, es decir, la Loca del Rinconín, por su aspecto alucinado. No es de extrañar que posteriormente llamaran a aquel otro monumento de Chillida, titulado El Elogio del Horizonte, que, en el otro extremo de la ciudad también enfrenta el viento, como el Váter de King Kong.

6 comentarios:

Meme dijo...

Tu madre también es la madre de un emigrante...

Anónimo dijo...

De mi último viaje a Gijón recuerdo, por encima de todo, a parte de la sidra y los erizos, ese inodoro de King Kong que mentas... qué gratos recuerdos me han llegado.

Un fuerte abrazo desde el Otro Lado.

Txe Peligro dijo...

ya. supongo que por eso le emociona, Meme.

saluditos!

nancicomansi dijo...

PObre madres....

Jesús Garrido dijo...

nada más que una.

Santiago Bertault dijo...

Bonita historia que desconocía.
Saludos y weahhhhhhhh que ya es fin de semana. Shake shake!