martes, abril 19, 2011

Decoración esquizo



Una tienda de muebles es como una casa muy grande decorada por un esquizofrénico.

Un tío loco que ha amasado una buena fortuna a pesar de su locura y que se ha comprado un buen pisazo en pleno centro de tropecientos metros cuadrados aprovechando la bajada de los precios inmobiliarios. Y entonces llega el albañil y los tipos encargados de la decoración y el propietario, frenético, con los ojos inyectados en sangre y la baba asomando por las comisuras de los labios, empieza: a ver, por aquí vamos a poner unos 20 sofás, con sus mesas bajas de cristal, pero todos diferentes, tresillos, sillones, de cuero, de piel, de felpa, de todos los colores; y por aquí vais a instalar unas 12 cocinas completas, unas con barra, otras con lavavajillas, todas con un buen horno, porque me gusta mucho el pollo, el pollo asado, y lo voy a asar en todos esos hornos, decenas de pollos, miles de pollos, un Holocausto pollil. ¡Qué sudores! Y allí, en la zona de baños –dice señalando un gran espacio vacío a la izquierda- vais a instalar, eso, baños y aseos, unos con ducha, otros con bañera, con hidromasaje, con bidet, con grandes espejos, pero id cambiando el alicatado en cada caso que no quiero perderme, con cenefa y sin cenefa, con gres y Porcelanosa: ¡me voy a hinchar a evacuar!

Este desequilibrado duerme cada día en una cama con una muñeca hinchable diferente, y manda mails, o piensa que manda mails, desde esos ordenadores de plástico de atrezzo que están vacíos de chips y de circuitos. Pero el tío los manda. Y lee libros en sueco de los que tienen en Ikea, aunque no tenga ni pajolera de sueco, pero le gusta su abrupta sonoridad, y dice a sus celestiales amigos invisibles que celebran delirantes e invisibles aftercasa en sus salones, que al final se queda con el concepto general de la historia. ¡Gran literatura la nórdica! Y de sus grifos sale cocacola y néctar y ambrosía de los dioses, y farlopa. Y recorre, cada día, al llegar a casa al atardecer, la casa siguiendo unas flechas dibujadas en el suelo, como si estuviese en algún establecimiento de la ubicua cadena sueca que ha redecorado nuestra vida. El monarca absoluto de la República Independiente de su Locura.

Probablemente este tío fuese antes un especulador bursátil o algo parecido, algo que requiera altas dosis de salvajismo y sinrazón. ¡Viva la economía, viva la Guerra Fría!

(La mesa de la imagen es un diseño de Phillip Toledano y se llama Abu Ghraib Coffe Table)

10 comentarios:

NuNa dijo...

"El monarca absoluto de la República Independiente de su Locura." Magníifica frase, la he memorizado. (No puedo memorizarlas todas, me busco las fáciles ;P)

Sergio C. Fanjul (a.k.a. Txe Peligro) dijo...

estás por todas partes!

Meme dijo...

Mierda, me encanta como escribes sobre lo que odias!

Javier Divisa dijo...

El post es cojonudo, la mesa es una de las más horribles que han visto mis ojos solo superada por una con patas de elefantes que vi una vez no sé donde y el tipo es un Roca cualquiera con ese puto gusto del despilfarro, qué pereza.

Jezabel dijo...

Pssssssssss, todo eso y más, lo hace el Sr. Enrique con 4 bridas y la puntalhaba,
besos

Jose Moreno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jose Moreno dijo...

Ese Phillip Toledano si es muy, creativo.

Lalaith dijo...

Me ha encantado la primera frase.

. dijo...

Las tiendas de muebles me fascinan desde mi más tierna infancia. Creo que tengo un problema.

Sergio C. Fanjul (a.k.a. Txe Peligro) dijo...

yo siempre quise quedarme dentro encerrao