jueves, junio 16, 2011

Pobrecitos diputados, que les pintan con spray


La clase política en pleno se rasgó las vestiduras ¡zas! ante las protestas en el Parlament, con una unanimidad, compadreo y fuerza que solo se ve cuando tienen que subirse los sueldos. ¡Olé! ¡Ya podían hacer así de bien los Pactos de Estado! Su indignación por unos sprays y una pequeña algarada apesta a cinismo e hipocresía grandilocuente amparada en el lenguaje institucional de siempre, ese que utilizan para engañar al espectador medio de los informativos porque, osea, debe de ser una cosa muy seria. Sin embargo, otros derechos que también ampara la Constitución y son fundamentales para la convivencia democrática y blablablabla (ya saben vivienda digna, trabajo y demás) no les duelen tanto cuando se escamotean. Qué raro.
En efecto: están asustados.


1. Como se explicó, la idea de parar el Parlament era quimérica, más un símbolo, un impacto mediático, que un propósito real, porque, aun en el caso de haberlo conseguido ¿hubiera servido para algo?

2. Es curioso como a la mínima salida de las líneas prefijadas, lo políticos quieran desvirtuar lo que se ha llamado Movimiento 15-M. Esta actitud responde a dos cosas: el oportunismo y el miedo. Han visto la oportunidad de oro, y en plan Fuenteovejuna, se aferran a ella. Si en verdad esto deslegitima al 15-M, entonces la clase política se deslegitima (cada cargo, cada sesión, cada partido) varias veces por minuto, cada vez que abren la boca, en cada telediario. No olvidemos a los imputados, los “rifi-rafes parlamentarios”, o el desaguisado general en el que nos pilotan de rodillas y a ciegas.

3. La pregunta, hace unas semanas, era si la mera protesta servía para algo. Bueno, parece que las exigencias de mejor democracia y demás ya empiezan a aparecer en la boca de algunos políticos, incluso de manera perversa, como en Esperanza Aguirre. No es nada, pero es algo: un comienzo. Hay que seguir hasta que algo, ¡alehop!, se materialice.

4. ¿Se acuedan cuando querían hacer simpáticos manifestódromos a las afueras de las ciudades donde pudiera uno manifestarse en círculo sin molestar a nadie?

5. En fin, que se ha magnificado lo anecdótico para intentar tapar lo escandaloso: el recorte que en sanidad y educación que se iba a cocinar ayer, la falta de respeto a los programas políticos que se votaron el 22 M o, también, los 15.000 desahucios que se han llevado a cabo en el primer trimestre del año y en los que los desahuciados mantienen la deuda con el banco aun sin casa (recordemos que hay 3 millones de viviendas vacías en manos de constructoras y especuladores). Ante esto, la verdad, lo de ayer me parece el corro de la patata. ¿Por qué no hacen algo? Yo creo que se mueren de vergüenza. Cuanto más se indignen nuestros próceres, es que mejor lo están haciendo los indignados.


La toma de la Bastilla tampoco tenía consentimiento del Rey, que, seguramente, desde el palacio de Versalles exclamó: “Oh la la, están cruzando las líneas rojas”. Luego le cortaron el gaznate. Hoy se estudia este evento en el colegio como cuna de nuestra querida democracia liberal, de nuestras sacrosantas Constituciones. ¿Cuál será la Bastilla que abra las puertas de la Democracia 2.0?


(en la imagen una pintada de la Internacional Situacionista francesa pidiendo la 'abolición del trabajo alienado'. Al menos había trabajo)

2 comentarios:

Mercedes dijo...

Con este “Txe” tuyo que es tan parecido a nuestro “ché”, me despistás, no sé si sos valenciano, o un argentino converso. Además parece que habláramos del mismo país!!! Tantas coincidencias me desconciertan. ¿Porque si el mundo está todo igual ¿qué alternativa nos queda para emigrar?

Dimitri dijo...

Este año sería muy interesante seguir la evolución de la política y la economía de Islandia, el primer pais que planta cara al poder fáctico de los bancos. Este es un tema que no tiene mucha presencia en los medios porque, si bien para el movimiento 15M debe ser un ejemplo a seguir, para los estados debe ser un ejemplo a ocultar, ya que para llegar a los objetivos de Democracia Real hay que pasar seguro por la revolución (es bueno el ejemplo de Francia)
Paco